jueves, 8 de octubre de 2015

La Vida Sigue....

Un día, todo parece terrible. Lloras todo el día, nada parece mejorar. Te sientes solo y desamparado, como si no hubiera solución para nada de lo que te pasa.

Y entonces, como si hubiera ocurrido un milagro, te despiertas al otro día y las soluciones comienzan a aparecer, las esperanzas surgen. Todo está mejor. Dios te iluminó y te mostró el camino, luego de haberle orado tanto para que te lo muestre .
Eso fue lo que me ocurrió el 07 de octubre del 2015. Sé que por ratos, seguiré llorando un par de veces; pero finalmente comprendí que puedo hacer esto sola. Que puedo seguir.

Ya no tengo miedo.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Para ti, que aún no estás aquí ...

Nunca más haré lo que es más conveniente. Haré lo que es mejor para ti.

Nunca más diré lo que pienso porque es lo que quiero decir ; diré lo que me gustaría que escucharas de mi .

Nunca más me cuidare pensando en que es importante cuidarme; me cuidare porque al hacerlo, te cuido a ti.

Nunca más pondré otras cosas primero; no me importa cuánto abandone, si me necesitas abandonare lo que sea por ti.

Nunca más me alimentaré porque tengo hambre ; te estaré alimentando a ti.

Nunca más haré lo que otros me dicen que haga porque afirman que es lo correcto, si eso no te incluye a ti.

Nunca más tomare decisiones en mi vida, si esas decisiones no te incluyen a ti en primer lugar.

Nunca más haré nada, absolutamente nada de lo que me gusta, o me causa alegría, empatía o satisfacción si no estoy segura de que eso no será malo para ti.

Por qué mientras nos acompañemos yo seré tu mundo, tú casa, tú esperanza de sobrevivir. Pero si yo llegara a perderte, simplemente mi vida también se extinguiría contigo.

Porque nadie necesita tanto de alguien en este mundo como yo te necesito. Y nunca ame a nadie como ya te estoy amando....aunque aún no estés aquí.

- Para mi hijo(a), el(la) que aún espero tener algún día en mis brazos y en memoria de mis tres amados hijos, quienes se llevaron parte de mi vida -

viernes, 25 de septiembre de 2015

LA ENFERMEDAD DEL OLVIDO





Hace muchos años cuando era niña, mi padre solía sacarme a pasear casi todos los fines de semana. Era algo común que saliéramos a todos lados, visitábamos parientes lejanos que yo no recordaba y muchos amigos suyos donde entablaban conversaciones que yo no entendía. Era como si el quisiera tener su vida normal pero incluyéndome en ella. Una de esas tantas visitas de gente que no recuerdo bien y de casas que solo visite una vez o máximo dos fue en un barrio del sur de Guayaquil, cerca del hospital Teodoro Maldonado Carbo (es todo lo que recuerdo, yo solo era una niña). La casa era de gente acomodada, o fue mi impresión a mi corta edad, por los cuadros y hermosos jarrones que tenía. Conocí a un matrimonio de cincuentones, con hijos adolescentes. La hija de unos 12 años, (yo tenía como 10) tenía una colección de muñecas Barbie que a mi me había dejado con la boca abierta y alguien que nunca olvide fue al hijo mayor. No recuerdo bien su cara y no recuerdo su nombre pero su sonrisa era encantadora y era muy bromista. Era mayor que la joven y se que ya tenía unos 18 años porque ya conducía y eso tiene mucho que ver con lo siguiente que paso. Almorzamos ahí, pasamos una linda tarde. Al año siguiente, en que los visitamos de nuevo, este joven había muerto. Fue un accidente de auto.

Caí en cuenta de lo ocurrido escuchando la conversación de mi padre con este matrimonio y note que el ya lo sabia de antemano; salimos después con el dueño de la casa en su auto para hacer unas compras al comisariato y el señor iba relatando como había muerto su hijo, en que calle, las circunstancias. "Como quisiera acabar con ese tipo con mis propias manos, así como me quito a mi hijo" dijo de pronto mientras conducía, refiriéndose al hombre que había provocado el accidente; a punto de llorar, apretaba el volante con las manos...yo temía que el hombre choque, inundado por sus emociones. Luego se calmo y nos pidió disculpas a mi padre y a mi, que nos habíamos puesto muy nerviosos.

Quisiera recordar muchas cosas pero no puedo. Cuando se es niño se retienen mas las sensaciones que los nombres y las situaciones. En este caso en particular quisiera poder recordar los apellidos de esa familia, el nombre de la hija menor, visitarlos, saber como están ahora. Preguntarles como hicieron para olvidar, si es que lograron hacerlo. Ellos me agradaron tanto cuando los conocí que lo que les sucedió me entristeció mucho, hasta hoy. Y no puedo recordarlos bien, sin embargo lo que sentí no puedo olvidarlo.
A lo largo de nuestra vida nos relacionamos con mucha gente pero también de con otras personas que no llegan a tocarnos y marcarnos. Quiero pensar que esos que logramos ver solo una o un par de veces y dejaron una huella, un recuerdo imborrable, aparecen como ángeles fugazmente para enseñarnos algo o hacer que pensemos en ellos y los recordemos como algo hermoso, ya que los momentos hermosos suelen ser escasos.

El olvido es a veces una enfermedad. Lo que deseamos recordar, se nos va de la mente. Las cosas dolorosas suelen prevalecer mas tiempo. Por que no puedo recordar, por ejemplo a mas de la sonrisa de ese joven, su nombre o su apellido ? Porque no recuerdo el nombre de su hermana o su mamá que fueron tan amables conmigo ? Por que lo que mas retiene mi mente es aquella frase tan dura de aquel señor al recordar al hombre que chocó a su hijo y le causó la muerte ??

Es tan triste el hecho de que la enfermedad del olvido nos deje las secuelas mas dolorosas muchas veces y se lleve los buenos momentos.

Tal ves esto nos enseña que deberíamos vivir con mas intensidad lo que nos hace felices, para que nunca se nos borre de la mente.

Es la única explicación que se me ocurre.



Con cariño, para todas esas personas que extraño y hoy no se donde están.

lunes, 21 de septiembre de 2015

MIEDO....

Miedo .
A que le temen ustedes ??




Cuando éramos niños, la mayoría le temíamos a la obscuridad. Nadie sabe ni vio nunca al "coco" así que el miedo a ese ente es mas bien un mito urbano mal infundado; también le temíamos a los ruidos raros y fuertes, por ejemplo a los relámpagos. Nuestros padres nos obligaban a temerle a los extraños ("si te portas mal le digo al policía, al de las frutas, al señor de la carretilla, etc, que te lleve")  y a los doctores ("cállate o le digo al doctor que te ponga una inyección") . No se si los niños de ahora, tan metidos en internet donde ven de todo a veces sin control de sus padres y que están acostumbrados a todo le teman aun a esas cosas.
Hay algo a lo que aun le temo y es la película El Exorcista. No hay forma aun de que la vea sola o con las luces apagadas. Temo a las alturas. Me he subido a muchos aviones, no tengo problema con eso, pero si estoy en un balcón o en el piso alto de un edificio y miro hacia abajo, siento un vacío en el estomago y me tiemblan las piernas. Y creo que es todo a lo que temo, cuando me refiero a lo que en realidad no puede hacerme daño y esta solo en mi imaginación. Por que existen otros motivos para temer.


La mayoría de nosotros tenemos miedo de la gente y con razón. Tememos a lo que dicen de nosotros, manejamos nuestra vida en base a las opiniones de los demás por que, lamentablemente es inevitable. Algunos hemos tratado de no dejarnos dominar por la crítica pero esta tan arraigada a nuestra cultura que por evitarla terminamos cayendo en el juego de los demás y haciendo, básicamente, lo que ellos esperan ver.

Trabajé en un lugar por las tardes donde la jefa de área me decía siempre "doctora, use mandil. Usted se ve muy joven, no parece doctora. Hay que ser y parecer".

Aquello no me hubiera molestado si no me lo hubiera repetido varias veces, a cada momento. Y muchos de mis colegas en ese lugar, hombres y mujeres no usaban el mandil blanco, así que me parecía innecesario. Luego supe, como siempre se riegan los chismes, que ella sentía que las mujeres jóvenes íbamos ahí a coquetear. Sinceramente hubiera preferido que me diga la verdad y no que me la solape con tonterías haciéndome sentir inexperta y tonta.




El temor a las críticas no deja que nadie avance y se estanque en una forma de actuar que no siempre es la correcta. Las críticas evitan que la gente sea emprendedora y espontánea y que busquemos una mejor forma de hacer las cosas. El temor a lo que dicen de otros, no nos deja superarnos porque la mayoría de esas críticas son realizadas a nuestras espaldas y no frente a uno, cuando esta última es la estrategia correcta para que las usemos a nuestro favor. Si tu jefe directo te dijera siempre en tu cara "mira Fulano, creo que tu trabajo es mediocre y no das lo suficiente. Los clientes se quejan de ti, tu debes hacerlo mejor, hazlo de tal o cual forma" tu sentirás que te agitan el mundo y que te lanzan de una bofetada al piso pero lo  siguiente que pasará es que lo harás mejor. Cambiarás invariablemente. Claro, eso si tienes la suficiente madurez  para aceptar tus errores y no ser tan "sobrado" como para "resentirte".
SI es posible sobrevivir a las criticas constructivas, aunque nos duelan u ofendan

Pero sin embargo, lo que pasa casi siempre es distinto. Si estas haciendo mal algo, como te enteras ?? Lo escuchas como un chisme de pasillo. Y cuando llego al pasillo, llego distorsionado y lleno de otras mentiras, además de las risitas mal intencionadas de la gente que te lo contó. Ahí radica el problema de la mediocridad porque ese mal comentario solo logra llenarte de mala vibra y dudas sobre tu calidad profesional. Eso sin contar que muchas veces el chisme incluye meterse en cosas de tu vida personal o tu forma de ser fuera del trabajo, que no son ciertas la mayoría de las veces y que aunque lo fueran no tienen porque ser de la incumbencia de nadie mas. Pero desgraciadamente así se manejan muchas compañías y empresas, con poca seriedad y en base a los chismes que son escuchados por los superiores. Es una lastima.
Pésima costumbre y muy atribuida a las mujeres, es el destruirse unas a otras con chismes y cuentos.  

Si, además de a El Exorcista, a las alturas y a veces a la soledad, le temo a la maldad de la gente. A quienes critican tu vida por envidia, a quienes cuestionan tus acciones sin ver las suyas primero y a quienes señalan con sorna o burla tus problemas sin además ofrecerte una solución a los mismos. Eso es a lo que mas le temo en la vida, porque a este tipo de gente aunque quieres combatirla no puedes hacerlo solo pues generalmente consiguen otros aliados de su misma naturaleza y son una legión muy grande. Muchas veces terminan venciéndote y tu, por salud mental, te tiendes que retirar a buscar otros horizontes.

Pero si crees firmemente que no eres uno de ellos, alejarte es lo mejor. Y a la vez, ir identificando en tu nuevo rumbo a otros como tu para hacer un grupo cada vez mas grande. Puede que un día, esa nueva legión de personas que no critica destructivamente, que enseña y ayuda y no solo cuestiona, que cree que si se puede cambiar la mentalidad mediocre de las personas en beneficio de todos, llegue a dominar el mundo y el chismoso crónico, el envidioso y el mediocre lamebotas sean desterrados de nuestra cultura.

Teme a la gente y a sus prejuicios. Ellos hacen mas daño que la obscuridad.

- Esta entrada va dedicada a todo aquel que un día hablo a espaldas de alguien o que miro la paja en el ojo ajeno sin ver la viga en el suyo. Felicidades. Con su acción solo dieron un paso atrás en la vida; pero siempre estarán tiempo de enmendar las cosas-



viernes, 24 de julio de 2015

Malos modales. Tu mama nunca te enseño a saludar ??



Cada día el Ecuador me sorprende mas. Cuando uno sale fuera del país (así sea solo a países fronterizos que se supone no son muy distintos al nuestro) invariablemente compara. Y a veces las comparaciones nos hacen decepcionarnos porque tal vez esperamos que al volver la cosas sean mejores pero no siempre es así. Peor si te vas fuera del continente, cosa que aun no he podido pero que familiares y amigos me han contado, el escuchar el comportamiento e interacción de quienes viven en ciertos países europeos por ejemplo, nos hace pensar que somos unos cavernícolas sin cultura.


Aparte de la apatía y el quemeimportismo por hacer la cosas bien -lease mejor quemechuchismo- que son cosas que prevalecen en nuestra cultura por mas "revolucionados" que nos quieran decir que estamos ( jejeje… ) hay algo que cada día esta peor y se trata de los modales de la gente y el trato diario con los demás.Y no me mal interpreten que no es que yo me crea la hija de Carreño ni una filántropa y de hecho me encanta reírme a carcajadas, contar cachos patanes, decir malas palabras hasta cuando me golpeo el dedo chiquito con el mueble - es un derecho constitucional - o pegarle una hermosísima puteada a mis hermanos/ amigos/ colegas cuando me colman el plato. Eso sin contar las innumerables puteadas (mentales,claro, mentales) que se han ganado mis amados pacientes (mentalmente repito con Dios como mi testigo !) cuando me salen con cosas como que dejaron de tomar sus medicamentos porque "leyeron en internet que hace mal tomar tantas pastillas"....Pero, por el amor de Dios....hay cosas que todos deberíamos de hacer por respeto a los demás...

La mala educación, malas maneras y malas costumbres a veces forman parte de nuestro vivir diario, tanto así que ni cuenta nos damos. Por ejemplo:

- Interrumpimos al hablar : tenemos esa pésima costumbre, tanto así que no lo notamos. Cuando viví en Chile no me daba cuenta aun porque atendía demasiados pacientes para notarlo y mis reuniones sociales eran con ecuatorianos (que hacían lo mismo) pero cuando fui a a Buenos Aires me di cuenta de mi pésima costumbre luego de que me mandaran al carajo varias veces cuando era residente posgradista. "Que no ves que estoy hablando ?? " me dijeron con furia varias veces ...me metía en conversaciones cuando quería informarle a alguien sobre algo; decir, si dos personas estaban hablando y quería decirle algo a una de ellas, simplemente interrumpía. Poco me importaba que esas personas estén hablando, yo quería decir lo mío. O sea, yo sabia que lo mío también era importante pero lo correcto es esperar a que esas personas dejen de hablar o si es una emergencia -tipo algo se incendia o alguien se muere- decir "perdón que interrumpa pero debo informar que ..." Es lo correcto, incluso en conversaciones con mas personas. Pero por eso no entendemos ni comprendemos nada ni dejamos que otras personas lo hagan ya que interrumpimos siempre .

NO interrumpas al que habla !


- No escuchamos : A mi puerta, o en el pasillo del hospital, o cuando salgo del consultorio al baño, o en cualquier momento, todos los días se me cruzan pacientes preguntando donde queda laboratorio, rayos X, electrocardiograma, el consultorio de fulano, megano o sultano (que ya visitaron 100 veces) ...eso no seria un problema pero luego veo que a más de la ordenes médicas que no han leído (donde se especifica la hora y el día de dicho estudio o el nombre del próximo medico) está un papel escrito por el medico que indica todo lo que tenía que hacer. Papelito olvidado que ni siquiera leyeron y que YO debo leerles. Papelito que el ultimo medico que los vio, les escribió como instrucción. Pero como no prestaron un segundo de atención en la consulta no supieron que hacer hasta ese día y se les paso la cita...obvio, se que hay colegas mal llevados que no los guían. Pero si YO soy el enfermo, YO debo también preocuparme por lo que tengo que hacer después de ver al doctor. O no ?

Si usted no entendió, pida que le expliquen. NO exija con gritos lo que no pidió antes.






Y así con todo en la vida. Si no podemos sacar un préstamo quirografario porque no sabemos entrar a la página web, deberíamos preguntar o buscar un contador que nos ayude y no solo despotricar contra el mundo que todo es "tan difícil". En la Caja del Seguro, los mismos guardias de seguridad llevan a los pacientes a las computadoras y les enseñan (poniendo un mínimo de atención) a usar el servicio. No hace falta gritar y llegar predispuesto a la violencia con los funcionarios públicos que intentan hacer su trabajo. Si no conocemos una calle, deberíamos poder preguntar a alguien. Y anotar, si se nos olvida.  Si queremos comprender, debemos callarnos, dejar de quejarnos y escuchar.

- No saludamos : será porque, en el año de mil novecientos que les importa, cuando yo era niña y mi madre me llevo varias veces a su trabajo porque no tenía donde dejarme lo primero que me decía al entrar era "saludas carajo o te castigo" . Pero me choca que alguien se me cruce en el pasillo y me salga con de una con un "oiga niña el ascensor ???" O el tipo grosero que un día me dijo "no ve que el aire acondicionado no sirve, vaya a hacer algo !" -nótese: ni un buenas tardes, por favor o gracias-


 Soy de la idea de que, si en casa no nos enseñaron a saludar o dar las gracias, alguien nos lo tendrá que enseñar alguna vez. No se como hay personas que no pueden vivir sin esas dos buenas costumbres y encima molestarse si otro se los señala . Y he ahí otro gran problema nuestro : somos tan "sobrados" que nos molestan las críticas y nos "resentimos" (el "resentido" es el peor atrasa pueblos que existe)


- No tocamos la puerta: que tengas que cerrar una puerta con llave porque NADIE puede tener la delicadeza de tocar antes de entrar, es de todos los días. Entre consulta y consulta debo levantarme, cerrar la puerta con seguro y volverla a abrir y volverla a cerrar con seguro porque a pesar de que tengo que semi-desnudar al paciente para examinarlo otro llega y simplemente entra a preguntar cualquier cosa. Les gustaría que alguien que no conocen los vea semidesnudo o si eres mujer en una mesa ginecológica con las piernas abiertas ?


Insisto con la educación del hogar, si eras tan mal educado para entrar al cuarto de tu hermano o padres sin llamar, seguro lo harás en cualquier otro lado y no esperes que todos los seres humanos te toleren.

- No pedimos disculpas . El domingo pasado fui a un centro comercial, cosa que hago muy poco porque no tengo tiempo, y pensaba que talvez era mi poca costumbre por ir pero estaba tan espantada que no veía la hora de irme. Mis hermanos y yo estábamos en el patio de comidas y me canse de tropezarme con niños y sus padres. Los niños ni se inmutaban -pero son niños, ellos tienen que ser enseñados- sin embargo sus padres ni siquiera decían un "disculpe por que mi hijo le tropezó, grito, piso el pie, hizo caer su cartera.." Etc . Nada. Lo peor fue cuando me toco ir al baño y hacer fila -no se porque rayos se demoran tanto las mujeres en el baño- y ver que a una pobre embarazada también la hacía y NADIE le dejaba pasar antes; y como cereza del pastel una de las mujeres que iba delante con su "educado" hijito de unos cinco años vio claramente como este le dio varios "sablazos" en su barriga de unos 8 meses de embarazo con una espada de juguete. Yo, espantada, esperaba por parte de la madre un "perdón señora" y un carajazo al infante, pero solo vi que lo jalo de la mano y le dijo "ven Luis cuidado te resbalas". Ni una sola disculpa ni sonrojo de vergüenza. Finalmente una señora de edad que iba delante de todas le cedió su puesto a la pobre embarazada que tenía una cara de ya hacerse encima así que ni se preocupo de la grosería de este pequeño.....supongo que estos niños más adelante pensaran que es normal atropellar e importunar a las personas en sitios públicos sin siquiera excusarse, siendo unos adolescentes. Y de adultos se convertirán en los típicos patanes que no te dejan pasar una escalera por ir hablando por celular o que se te cruzan en el tránsito sin ceder espacio o que te roban lugar cuando quieres estacionarte.
Lo mismo en el trabajo; no falta el que te presta algo y no lo devuelve o el que pide favores a cambio de algo. Y ni siquiera una disculpa por dañar tu propiedad o quitarte tu tiempo. Eso empieza por casa ( y seguimos con eso, pero es verdad ) Si de pequeño no te enseñaron a disculparte con tus hermanos o tus propios padres por ser grosero, dañarles algo o mentir, es difícil que lo hagas con quienes no conoces.


Y así, existen tantas actitudes que -incluyéndome, porque no soy perfecta - molestan a nuestros congéneres. Tal vez el truco sea prestar atención y ver que es lo que molesta de nosotros a quienes nos rodean y no porque sea tan importante la opinión de los demás acerca de nosotros mismos sino porque hay algo que no debemos olvidar : en algún momento nos tocara estar del otro lado y no se debe hacer a unos lo que no queremos que nos hagan.


Existen otras actitudes que te parecen descorteces entre los que te rodean o incluso de ti mismo ?? Cuéntamelo .
No estamos solos en el mundo. Necesitamos mejorar nuestro trato con los otros.

-Dedicado con cariño esa señora que un día no muy lejano llego tarde a su consulta en mi hospital, aún así fue atendida y luego nos grito y llamo ineptos a todos los del servicio de Cardiología y Estadística diciendo que no le habíamos solicitado sus estudios por sistema. Pero que al buscar sus datos ella no se había dado cuenta que nos estaba dando la cédula y número de historia clínica del marido y no el suyo. Que la fuerza la ilumine-