domingo, 21 de febrero de 2016

Reflexiones profundas, de vez en cuando.


 Algunas cosas que se me ocurren de madrugada, cuando no puedo dormir...

1) Debemos odiar ??
Yo pienso que si. Perdón en serio si los ofendo pero odiar es un sentimiento tan humano como amar; si dicen tantas veces ahora los expertos que masturbarse es saludable cuando antes se pensaba que era pecaminoso, enfermizo y que te hacía salir pelos  en las manos, exteriorizar que odiamos algo o a alguien es parte de lo que somos. Debería ser aceptado y hasta lógico. Nadie es un santo, seamos realistas y odiemos y mandemos a la mierda pero midamos nuestro odio pues al igual que un tsunami puede destruir aldeas enteras..
"Estamos rodeados de idiotas" me decía siempre un conocido. Mantengamos la calma. 
Toca.

 2) Se debe estar siempre de buen humor ??
No. Es técnicamente imposible. 
Todo lo que te pasa en el día está condicionado para cambiarte el humor por más que te esfuerces por mantenerlo lindo...el tráfico, la lluvia en cuanto sales de casa, la gente que se te cruza y te pregunta estupideces, quienes trabajan contigo con la peor de las aptitudes, los problemas del sistema informático con el que trabajas, la burocracia, el idiota que está frente a ti en la fila del supermercado y comienza a seleccionar JUSTO en ese momento lo que va a llevar....todo, TODO lo que te pasa durante el día te puede hacer querer romper sillas. Yo antes me amargaba por miles de cosas en el trabajo o cuando otro explotaba conmigo pero desde que inició 2016 y alguien me grita en la cara pues respiro hondo, cuento hasta cincuenta mil y trato de pensar  "pobre...ya llego a su límite". Es más sano que saltarle a la yugular, créanme.

Tranquilo, a todos nos pasará. Cabreate no más y no te sientas tan culpable. Pero aprende a pedir disculpas. 
Esta soy yo, cuando alguien hace lo del supermercado..

3) Debemos tener muchos amigos ??
No, dirán muchos. Yo digo  "no, pero depende"...De qué ? Pues de la CONVENIENCIA. 
Chuta...supongo que quedé ante ustedes como un ser interesado y mala onda pero la única verdad de la vida respecto a la amistad es que conocemos a muchísima gente que dice querernos un montón y la verdad es que solo los verás cuando a ellos les interesa o conviene verte y tú harás exactamente lo mismo. 
Quieres conocer a tus verdaderos amigos ?? Mi abuela tenía una lógica muy simple que aún sirve para detectarlos : esperalos el día en que te metan a la carcel, te quedes sin trabajo y estés más que chiro, a punto de morirte en una cama de hospital, o te quedes sin hogar. 
Mientras tanto, camina por la vida y sonríeles a todos. No te estreses pensando en quien es bueno, malo, hipócrita, grilla, lagarto, lame botas de tu jefe, vago,  etc...tú no sabes quién de todos esos te va a tender la mano cuando de verdad lo necesites. 


 
En fin, seamos humanos y no pensemos en la perfección. 

Que duerman bien ! 



 
- Dedicado a todos los que alguna vez dejamos de dormir pensando en los hechos de la vida. 

miércoles, 10 de febrero de 2016

La Clínica

A propósito del aniversario de la muerte de Julio Jaramillo Laurido.

Cuando era estudiante de medicina tenía un pequeño grupo de amigas que me influenciaban un poco. Hacíamos de todo juntas, tanto estudiar como salir. Para ese entonces yo pasaba mucho tiempo en sus casas. Entonces, la hermana de una de ellas dio a luz en una clínica privada que tenía una pequeña leyenda: ahí había fallecido Julio Jaramillo Laurido. 
Luego de que la hermana de mi amiga tuvo a su bebé, ella se hizo cercana a la dueña de la clínica quien nos invitó a ella, a mí y a otra compañera más a hacer guardias en ese lugar.
Quienes tenían muchos años trabajando ahí contaban historias, algunas parecían fantásticas. Decían que cuando Julio vivía iba siempre por ahí y que era muy amigo del entonces dueño y que por eso se ingresó ahí por esa cirugía que le realizaron  antes de fallecer. Decían que en realidad no se operó la vesícula sino que estaba muy enfermo de Cirrosis hepatica y que la internacion fue por una descompensacion producto de la misma. Decían también que hubo varias mujeres que lo visitaron durante su internación. Otros se aventuraban a decir que al parecer a más de abusar del alcohol lo hacía de las drogas aunque sé que en los 70's lo más popular era la marihuana y que no era un problema tan grave como ahora. Decían tantas cosas pero una de las que más destacaba es que por las noches, luego de que el  falleció, se oía una guitarra tocar a lejos y que a veces si alguien moría allí todavía se podía escuchar. Trabajaba ahí, desde que la clínica se fundó una auxiliar de enfermería y circulante de quirófano de unos 70 años que iba a ser monja. Ella era quien , según decían los otros empleados, había conocido directamente a Julio en ese entonces y aseguraban que se había cambiado de religión luego de que el falleció ya que cuando yo la conocí ella era evangélica. Aquello no tenía mucho sentido pero era lo que aseguraban todos.

Cuando me quedaba ahí, pensaba en cualquier otra cosa menos en la guitarra. En aquel lugar asistí por primera vez a una cirugía, fue una cesárea. También vi con tristeza como una joven perdió su utero debido a una sepsis generalizada por que su bebé  falleció antes de nacer y le causó una infección severa. Al llegar a casa llore mucho y no pude dormir porque me afectó aquello. Conocí a un par de personajes de televisión que fueron a colocarse inyecciones. Me gustaba ayudar a uno de los médicos a corregir exámenes ya que él era profesor de biología en un colegio. Conversaba mucho con la secretaria y las auxiliares de enfermería y aprendí a hacer compresas y torundas de algodón. Leí muchos libros. Pensé mucho en mi futuro e incluso creí que no terminaría la carrera. Pero fue en ese lugar donde nuevamente creí en mí para continuar en ella. 
Cuando te sientes inútil...

Era demasiado joven para creer que todo estaba perdido pero en la clínica tuve mucho tiempo para reflexionar. Muchas veces, en el balcón que daba a la calle miraba a las personas pasar y me sentía inútil pues el camino parecía tan largo para ser médico y existía gente de mi edad que ya ganaba dinero y era independiente. Y yo deseaba tanto hacerme cargo de mi vida y tener verdaderas alas, que las clases, prácticas y problemas económicos me ataban tanto que me hacían creer que no lo lograría. Pero creo que todos hemos pasado por esos momentos de duda cuando estamos preparándonos en una carrera, sobre todo una tan larga. El pediatra que trabajaba ahí y que se hizo un gran amigo mío, me hizo ver que cuando más difícil es, el reto es más satisfactorio al final; yo no lo entendía aún en ese entonces.
os después mientras salía de clases en cierto hospital vi a varios médicos de aquel lugar y me les acerqué. Una auxiliar de la clínica había tenido una accidente cerebro vascular y estaba muy grave . Días después la trasladaron al Luis Vernaza donde la visité luego de que la operarán para liberar el coágulo en su cráneo e intentar salvarle la vida. Para ese entonces yo creía que ella moriría. No la volví a ver hasta después de casi 15 años en que ella acudió a mi consulta con su hija. 
Ocurrió en julio del año pasado.  Se la veía más joven que en ese entonces, sonriente. Me recordó. Me dijo que cuando se pudo recuperar pensando que moriría decidió cuidarse más y tomarse la vida más en serio. Fue cuando comprendí luego de tantos años lo que aquel pediatra me repetía entonces:  Todo es posible.  
- "Se acuerda doctora, cuando oíamos la guitarra de Julio a la madrugada?" -  me dijo en son de broma al marcharse. 
- Si, claro que lo recuerdo - le respondí entre risas.
Por su puesto, nunca la oímos. Ella se refería a la camaradería que teníamos, las historias que nos contábamos, los casos que vimos, los chismes sobre los médicos...a nuestra amistad. Esos eran los acordes de una hermosa canción llena de recuerdos entrañables. 



 
Cosas que no se olvidan. 


- Para Tarcila y Lindengrac, con cariño. 



* El 9 de Febrero se cumplieron 38 años de la muerte del cantautor ecuatoriano Julio Jaramillo Laurido 
Fuente : página de Facebook de "La Memoria de Guayaquil" y el Sr. Pedro Alberto Valero Medino.

 
 

lunes, 8 de febrero de 2016

Soltar ...

Un día, en un bus urbano de sur a norte. Se cambiaron un par de cosas, pero es una historia real.

 
Hace muchos años, yo solía visitar frecuentemente a mis primos que en ese entonces vivían en Sauces*. Me gustaba ir a su casa, era ordenada y acogedora, siempre me pareció que eran felices y yo me reía mucho cuando estaba con ellos. Me olvidaba de mi propia vida y en ese entonces eso era bueno para mí. 
Apenas comenzaba la universidad. Las cosas no iban muy bien pero no importaba; el futuro era prometedor o es lo que esperaba creer y así era mejor. 

Y un día en que iba a esas visitas de repente sucedió. Lo conocí a él. Ojalá supiera algo más de él para poder recordarlo, pero lamentable no es así, solo está su rostro que ya hasta olvidé. Iba en el bus pensando en mis propias cosas y de repente mis ojos se cruzaron con los suyos. El recorrido seria largo ya que iba de sur a norte, tome dos buses y al subir al segundo en medio de una confusión de gente en el Terminal Terrestre note que el también estaba en ese y que al parecer también llevaría mi ruta; recién entonces me puse muy nerviosa, mi corazón latió mucho más fuerte, note aquel vacío en el estomago que suelo sentir al ver hacia abajo desde una ventana muy alta por mi miedo a las alturas y supe que debía acercarme a hablarle. Pero no lo hice. 
Quise creer que él pensaba igual que yo, porque desde que nos vimos en el primer transporte, no hacía más que mirarme fijamente pero no parecía querer burlarse de mí como esas personas que te miran fijo con sorna y escudriñándote para después burlarse de algún defecto físico. El sólo miraba y sonreía levemente de vez en cuando. 
Parecía tener la misma ansiedad e indecisión que yo tenía. Así estuvimos todo el camino. Cuando el bus llego a Sauces, solo me bajé. Me quede en el parterre mientras otras personas descendían, tal vez esperando que otra coincidencia, así como la de tomar ambos buses lo haga bajar también. Pero no fue así. No dejamos de mirarnos yo desde la calle y el desde la ventana. Cuando el transporte arrancó de nuevo y note otra vez la ansiedad en su mirada quise correr a tomarlo de nuevo; pero tampoco lo hice. Y así nada más, él se fue de mi vida. Naturalmente, nunca más lo volví a ver. 
Jamás había hablado sobre él. Intenté olvidarlo con los años. Pero la verdad es que nunca pude dejar de pensar que hubiera pasado si aquel día tan solo me levantaba, lo saludaba y me sentaba junto a él. Jamás lo sabré.

Si vieron la película "Una Propuesta Indecente"** esta historia tal vez les sea muy familiar. Robert Redford le contó a Demi  Moore algo así casi al final de la película. Cuando era un adolescente había visto a una hermosa chica en el metro, nunca se atrevió a hablarle y luego no volvió a verla; se arrepintió siempre por eso y nunca más dejo pasar las oportunidades en la vida. 
No crean que copie la historia que les conté, solo es una muy triste coincidencia. Vi recién la película unos cinco años después de que la estrenaran, en televisión local y de madrugada y a pesar del tiempo no pude evitar sentir un nudo en la garganta. Y pensar en él. 

Ojalá pudiera tan solo soltar ese recuerdo que va de la mano con el recuerdo de tantas otras cosas que no me atreví a enfrentar ni hacer, quién sabe porque. 
Duele decir adiós a quien no pudiste conocer en realidad .

Sueñen y realicen el sueño . Vivan y saboreen cada día. En fin : amen sin miedo a ser lastimados como cuando se da un beso bajo la lluvia sin importar que te está empapando y arruinándote el cabello. 

Porque no siempre regresara el mismo bus a la estación. 
Nunca esperemos el mismo bus. Tal vez no vuelva.

- Dedicado a ti , donde sea que estés; y a todos quienes aman recordar aquello que los hace felices.


*Popular sector habitacional del norte de Guayaquil-Ecuador, que empezó a poblarse a finales de los años 70 distribuido en condominios y conjuntos habitacionales y organizado por etapas. 
** Film protagonizado por Demi Moore, Robert Redford y Woody Harrelson  ("Indecent Proposal", 1993) un millonario ofrece a un arquitecto con apuros económicos un millón de dólares a cambio de una noche con su esposa.

 

domingo, 7 de febrero de 2016

Cuando algo te molesta, abandonarlo es una opción.

"Quien abandona a veces huye de un mal recuerdo; como se huye del ojo de un huracán"

 Puede que impresione mucho el título de esta entrada, pero debemos especificar de que se trata. No, no se trata de abandonar así nomas a cualquier persona, animal, trabajo, proyecto, o inmueble que nos fastidie en algún momento. Pero existen personas que tal ves no debamos ver mas. Que nos recuerdan constantemente cosas que nos hieren. Con esas personas no vale la pena discutir ni objetar. Podemos simplemente decirles que se vayan y no regresen o solo desaparecerlas de nuestro circulo. 
Tal vez aún suene muy duro lo que digo, pero existen ejemplos que explican mejor las cosas. 
Nadie está obligado a recordar lo que no quiere. Ni que nadie le obligue a esto.

 
Yo, como todo ser humano, he cometido muchos errores los cuales acepto y jamás escondo. Pero trato de no recordarlos y estar rumiandolos para intentar tener salud mental. Sin embargo, existen amistades que cuando me ven luego de mucho tiempo, lo primero que hacen es "te acuerdas cuando saliste con ...porqué hiciste eso si sabias que estaba mal ?" "Porqué dijiste tal o cual cosa cuando ..." "Te acuerdas cuando hiciste...?" , etc. Cuando ves a alguien luego de mucho tiempo, si , deseas recordar los tiempos de antes, pero no que te vivan hablando de lo que tu hiciste mal ( léase, hace miles de años) . Así que a esas personas que no entendieron el mensaje y no paraban de hablarme de mis errores del pasado, pues simplemente no las volví a buscar. 
Para qué volver a lo que no queremos recordar ? Para satisfacer la curiosidad de alguien más ?Porqué ?

 
Mucha gente espera que te vaya bien. Pero también hay mucha gente que aunque pensaste toda la vida que ellos querían lo mejor para ti, en realidad solo se sienten bien cuando ven que a ti te va mal. Por eso, tratan de que tu NUNCA olvides que eres tan malo como ellos, recordándote constantemente tus errores y debilidades. Parece mentira pero esos seres humanos existen, y se esconden entre los que siempre consideramos  nuestros amigos, muchos colegas, gente que conocemos y que hemos tratado alguna vez y lo mas triste es que también pueden estar entre nuestros familiares. 
Tal vez mi "método" para luchar con estas personas, el de eliminarlos de mi vida, no sea el más acertado pero es el que mas me ha funcionado. Ya no quiero discutir con nadie ni tengo porque explicarle a nadie sobre porque cometí tal o cual error. 

Solo hay alguien con quien pienso seguir discutiendo por el resto de mi vida y esa soy yo misma. 

Los demás, quédense si lo desean. 

Y si un día no me ven mas, entenderán que pasó. 

- Dedicado a quienes un día decidieron olvidar el pasado y aprendieron a perdonarme. Los admiro profundamente por eso. 
Muchas gracias de todo corazón por volver a mi vida, sin resentimientos.