Imagínense que están ahí, en ese mismo
lugar todos los malditos días de su existencia haciendo lo mismo cada día.
Siempre lo mismo. Repitiendo las mismas palabras. Tratando los mismos
problemas. Como una especie de purgatorio que los hace preguntarse si eso que
dicen los hindúes de reencarnar y pagar nuestras culpas en otra vida es verdad.
Triste, no ?
Pero para la gran mayoría de nosotros y en
la situación actual del país, el trabajo diario es así. Sin embargo, hay que
analizar los entretelones de como llegamos a esto y si realmente es tan malo
como se ve.
"Al menos tenemos de que vivir"
me dijo una vez un colega que extrañamente tiene 35 años haciendo lo mismo. La
voz pastosa, cansada y la desazón con que lo dijo podría desanimarme a mi y a
otros que se puede decir que recién empezamos, a comparación con el; pero si
perteneces a la generación que ha visto tantos cambios ( entiéndase, la
generación X, nacidos entre fines de los 70 y principios de los 80) tenemos la
obligación de ser más optimistas y tratar de, con toda sinceridad, buscar el
lado bueno de lo que hacemos a diario.
Cuando comencé la carrera luego de 8 años
de libros, hospitales y muchos tropiezos, prácticamente vivía de guardia, luego
trabajaba y continuaba estudiando. Cada año las cosas cambiaban. Viví en otros
dos países diferentes, me mude muchas veces, comía mal, caminaba mucho, me
dormía en el transporte público. Luego volví a Ecuador y las cosas dieron otro
giro, que yo creí era el mejor...
Hasta hace solo un mes yo trabajaba casi 14
horas diarias, sin contar con que me llamaban y mensajeaban a cada momento y
trabajaba incluso fines de semana. Quería y no quería dejar esa vida, así
estuve por casi dos años, no me decidía a qué hacer y me decía así mismo que
esta era la vida que elegí y que tenía que aceptarlo como algo inevitable. A
consecuencia de eso estaba constantemente estresada, cansada e irritable. Mi
vida personal era un desastre completo. Pero me decía a mi misma que quienes
trabajaban a mi alrededor me necesitaban y en cierta forma era así.
|
Nadie imagina lo que suele pasar por nuestras mentes a diario; pensando siempre en otros y no en nosotros mismos |
Y de repente, sucedió algo (de lo que luego
hablaré, si es necesario) que hizo que mi cuerpo claudicara y comencé a
enfermarme muy seguido hasta que un día me hospitalizaron. Luego de un descanso
medico de 15 días (en el que en realidad no me relajé del todo) el regreso al
trabajo no fue nada agradable; se dieron un par de situaciones más que hicieron
que mi presión arterial se dispare por los cielos y un día acorralada por el
estrés y la migraña tuve que pensar rápido - me colmaron el plato, en otras
palabras - y aunque mis compañeros no estuvieron de acuerdo, firme la renuncia
de uno de los trabajos que tenía. Fue algo que hice mas visceralmente que
concientemente ya que no lo razoné, solo lo hice. Se que muchos se
entristecieron por verme partir. Y por su puesto, unos pocos se alegraron,
malsanamente, claro, ya que siempre existe el mediocre que te envidia e inventa
cosas sobre ti para sentirse bien con su miserable vida. Yo por mi parte, al
principio me arrepentí y quise revocar todo aunque ya no podía hacerlo. Pero
con el pasar de los días comprendí que hice lo correcto en su momento ya que
fue todo mi ser el que me pidió un alto, por que ya no daba mas.
|
Dio la vuelta al mundo la imagen de esta medica residente mexicana , rendida por el cansancio luego de 36 horas de guardia. Imagen tomada por un paciente que la critico y cuestiono en redes sociales. Y luego de eso con el HT YoTambienMeDormi YoTambienSoyCulpable , miles de médicos le dieron su apoyo y exigieron ser respetados por demostrar humanidad. |
Ahora, apago el celular mas seguido, no
contesto llamadas de números que no conozco, solo trabajo 8 horas y los fines
de semana son míos. Si, gano menos y mi trabajo es mas rutinario y no tan desafiante.
Pero he alcanzado gran parte de la paz mental que hace mucho había perdido. Y
pocos son los que pueden decir eso, sin engañarse a sí mismos.
Quien sabe si en uno o dos años vuelva a la
misma rutina; pero, porqué les cuento esto ? Por una razón importante : en el
trabajo, todos somos reemplazables. Si un día nos enfermamos, renunciamos o
morimos, sin miramiento alguno pondrán a otro en nuestro lugar. Es crudo
decirlo así, es duro aceptarlo. Pero así es y eso nunca cambiara.
Sin embargo, las personas que nos aman
siempre necesitarán de nosotros y para ellos somos irreemplazables. Y por ellos
y por nosotros, lo que tenemos hoy aunque lo odiemos a veces (si, eso que
muchos llaman "trabajo") muchos no lo tienen y esta en nosotros
encontrarle el gusto y reinventarnos cada día.
Si, es verdad. Debemos amar lo que hacemos
y ser felices con ello. Pero pisemos con ambos pies sobre el terreno en que
estamos ahora cada uno de nosotros en nuestras diferentes circunstancias y
piensen que no siempre es posible vivir surfeando, siendo modelos de pasarela,
o que nos paguen por "ser felices" ( como a ciertos
"políticos"). Existe el trabajo soñado? Quien sabe. Nadie ha podido
decirlo aun. Ojalá alguien lo encuentre algún día.
Una colega a la que aprecio mucho por su inteligencia
y a la vez serenidad ante todos los problemas de nuestra carrera, nos dijo a
varios durante el descanso, luego de que paso todo esto conmigo: "el día
que haga esto para que otros admiren y aprecien mi trabajo, ese día habré
fracasado en él; yo hago esto porque se que es importante, porque se que aporto
algo y que YO LO HAGO ESPECIAL"
No necesito decirles cuánto admiro a mi
compañera.
Y créanlo o no, a más del tiempo libre, he
sacado lo mejor de todo esto: uno de mis mas grandes proyectos esta madurando y
avanzando a paso firme. Y recién ahora puedo ver, luego de tantos pacientes que
he atendido, de años de guardias, emergencias, consultas, estudios y cursos, de
tantos viajes, de mudarme tantas veces, de tener tantas responsabilidades
juntas, de morder mas de lo que lograba masticar y volver de nuevo al punto de
partida, que la vida es un regalo que no estaba disfrutando del todo.
No pierdan la oportunidad de volver a
comenzar. Puede que no la tengan mas que una vez.
|
Tiempo atras....en los inicios de algo grande (Hospital Alejandro Posadas-Argentina) |
Dedico esta entrega a todos mis colegas
médicos, que hemos y de hecho estamos pasando en el país por tantos momentos
difíciles; en especial a los que comparten conmigo a diario en el servicio de
Cardiologia de mi actual hospital, en Guayaquil. Ellos y mi familia, hacen que cada día valga le
pena vivirse con optimismo.