viernes, 24 de julio de 2015

Malos modales. Tu mama nunca te enseño a saludar ??



Cada día el Ecuador me sorprende mas. Cuando uno sale fuera del país (así sea solo a países fronterizos que se supone no son muy distintos al nuestro) invariablemente compara. Y a veces las comparaciones nos hacen decepcionarnos porque tal vez esperamos que al volver la cosas sean mejores pero no siempre es así. Peor si te vas fuera del continente, cosa que aun no he podido pero que familiares y amigos me han contado, el escuchar el comportamiento e interacción de quienes viven en ciertos países europeos por ejemplo, nos hace pensar que somos unos cavernícolas sin cultura.


Aparte de la apatía y el quemeimportismo por hacer la cosas bien -lease mejor quemechuchismo- que son cosas que prevalecen en nuestra cultura por mas "revolucionados" que nos quieran decir que estamos ( jejeje… ) hay algo que cada día esta peor y se trata de los modales de la gente y el trato diario con los demás.Y no me mal interpreten que no es que yo me crea la hija de Carreño ni una filántropa y de hecho me encanta reírme a carcajadas, contar cachos patanes, decir malas palabras hasta cuando me golpeo el dedo chiquito con el mueble - es un derecho constitucional - o pegarle una hermosísima puteada a mis hermanos/ amigos/ colegas cuando me colman el plato. Eso sin contar las innumerables puteadas (mentales,claro, mentales) que se han ganado mis amados pacientes (mentalmente repito con Dios como mi testigo !) cuando me salen con cosas como que dejaron de tomar sus medicamentos porque "leyeron en internet que hace mal tomar tantas pastillas"....Pero, por el amor de Dios....hay cosas que todos deberíamos de hacer por respeto a los demás...

La mala educación, malas maneras y malas costumbres a veces forman parte de nuestro vivir diario, tanto así que ni cuenta nos damos. Por ejemplo:

- Interrumpimos al hablar : tenemos esa pésima costumbre, tanto así que no lo notamos. Cuando viví en Chile no me daba cuenta aun porque atendía demasiados pacientes para notarlo y mis reuniones sociales eran con ecuatorianos (que hacían lo mismo) pero cuando fui a a Buenos Aires me di cuenta de mi pésima costumbre luego de que me mandaran al carajo varias veces cuando era residente posgradista. "Que no ves que estoy hablando ?? " me dijeron con furia varias veces ...me metía en conversaciones cuando quería informarle a alguien sobre algo; decir, si dos personas estaban hablando y quería decirle algo a una de ellas, simplemente interrumpía. Poco me importaba que esas personas estén hablando, yo quería decir lo mío. O sea, yo sabia que lo mío también era importante pero lo correcto es esperar a que esas personas dejen de hablar o si es una emergencia -tipo algo se incendia o alguien se muere- decir "perdón que interrumpa pero debo informar que ..." Es lo correcto, incluso en conversaciones con mas personas. Pero por eso no entendemos ni comprendemos nada ni dejamos que otras personas lo hagan ya que interrumpimos siempre .

NO interrumpas al que habla !


- No escuchamos : A mi puerta, o en el pasillo del hospital, o cuando salgo del consultorio al baño, o en cualquier momento, todos los días se me cruzan pacientes preguntando donde queda laboratorio, rayos X, electrocardiograma, el consultorio de fulano, megano o sultano (que ya visitaron 100 veces) ...eso no seria un problema pero luego veo que a más de la ordenes médicas que no han leído (donde se especifica la hora y el día de dicho estudio o el nombre del próximo medico) está un papel escrito por el medico que indica todo lo que tenía que hacer. Papelito olvidado que ni siquiera leyeron y que YO debo leerles. Papelito que el ultimo medico que los vio, les escribió como instrucción. Pero como no prestaron un segundo de atención en la consulta no supieron que hacer hasta ese día y se les paso la cita...obvio, se que hay colegas mal llevados que no los guían. Pero si YO soy el enfermo, YO debo también preocuparme por lo que tengo que hacer después de ver al doctor. O no ?

Si usted no entendió, pida que le expliquen. NO exija con gritos lo que no pidió antes.






Y así con todo en la vida. Si no podemos sacar un préstamo quirografario porque no sabemos entrar a la página web, deberíamos preguntar o buscar un contador que nos ayude y no solo despotricar contra el mundo que todo es "tan difícil". En la Caja del Seguro, los mismos guardias de seguridad llevan a los pacientes a las computadoras y les enseñan (poniendo un mínimo de atención) a usar el servicio. No hace falta gritar y llegar predispuesto a la violencia con los funcionarios públicos que intentan hacer su trabajo. Si no conocemos una calle, deberíamos poder preguntar a alguien. Y anotar, si se nos olvida.  Si queremos comprender, debemos callarnos, dejar de quejarnos y escuchar.

- No saludamos : será porque, en el año de mil novecientos que les importa, cuando yo era niña y mi madre me llevo varias veces a su trabajo porque no tenía donde dejarme lo primero que me decía al entrar era "saludas carajo o te castigo" . Pero me choca que alguien se me cruce en el pasillo y me salga con de una con un "oiga niña el ascensor ???" O el tipo grosero que un día me dijo "no ve que el aire acondicionado no sirve, vaya a hacer algo !" -nótese: ni un buenas tardes, por favor o gracias-


 Soy de la idea de que, si en casa no nos enseñaron a saludar o dar las gracias, alguien nos lo tendrá que enseñar alguna vez. No se como hay personas que no pueden vivir sin esas dos buenas costumbres y encima molestarse si otro se los señala . Y he ahí otro gran problema nuestro : somos tan "sobrados" que nos molestan las críticas y nos "resentimos" (el "resentido" es el peor atrasa pueblos que existe)


- No tocamos la puerta: que tengas que cerrar una puerta con llave porque NADIE puede tener la delicadeza de tocar antes de entrar, es de todos los días. Entre consulta y consulta debo levantarme, cerrar la puerta con seguro y volverla a abrir y volverla a cerrar con seguro porque a pesar de que tengo que semi-desnudar al paciente para examinarlo otro llega y simplemente entra a preguntar cualquier cosa. Les gustaría que alguien que no conocen los vea semidesnudo o si eres mujer en una mesa ginecológica con las piernas abiertas ?


Insisto con la educación del hogar, si eras tan mal educado para entrar al cuarto de tu hermano o padres sin llamar, seguro lo harás en cualquier otro lado y no esperes que todos los seres humanos te toleren.

- No pedimos disculpas . El domingo pasado fui a un centro comercial, cosa que hago muy poco porque no tengo tiempo, y pensaba que talvez era mi poca costumbre por ir pero estaba tan espantada que no veía la hora de irme. Mis hermanos y yo estábamos en el patio de comidas y me canse de tropezarme con niños y sus padres. Los niños ni se inmutaban -pero son niños, ellos tienen que ser enseñados- sin embargo sus padres ni siquiera decían un "disculpe por que mi hijo le tropezó, grito, piso el pie, hizo caer su cartera.." Etc . Nada. Lo peor fue cuando me toco ir al baño y hacer fila -no se porque rayos se demoran tanto las mujeres en el baño- y ver que a una pobre embarazada también la hacía y NADIE le dejaba pasar antes; y como cereza del pastel una de las mujeres que iba delante con su "educado" hijito de unos cinco años vio claramente como este le dio varios "sablazos" en su barriga de unos 8 meses de embarazo con una espada de juguete. Yo, espantada, esperaba por parte de la madre un "perdón señora" y un carajazo al infante, pero solo vi que lo jalo de la mano y le dijo "ven Luis cuidado te resbalas". Ni una sola disculpa ni sonrojo de vergüenza. Finalmente una señora de edad que iba delante de todas le cedió su puesto a la pobre embarazada que tenía una cara de ya hacerse encima así que ni se preocupo de la grosería de este pequeño.....supongo que estos niños más adelante pensaran que es normal atropellar e importunar a las personas en sitios públicos sin siquiera excusarse, siendo unos adolescentes. Y de adultos se convertirán en los típicos patanes que no te dejan pasar una escalera por ir hablando por celular o que se te cruzan en el tránsito sin ceder espacio o que te roban lugar cuando quieres estacionarte.
Lo mismo en el trabajo; no falta el que te presta algo y no lo devuelve o el que pide favores a cambio de algo. Y ni siquiera una disculpa por dañar tu propiedad o quitarte tu tiempo. Eso empieza por casa ( y seguimos con eso, pero es verdad ) Si de pequeño no te enseñaron a disculparte con tus hermanos o tus propios padres por ser grosero, dañarles algo o mentir, es difícil que lo hagas con quienes no conoces.


Y así, existen tantas actitudes que -incluyéndome, porque no soy perfecta - molestan a nuestros congéneres. Tal vez el truco sea prestar atención y ver que es lo que molesta de nosotros a quienes nos rodean y no porque sea tan importante la opinión de los demás acerca de nosotros mismos sino porque hay algo que no debemos olvidar : en algún momento nos tocara estar del otro lado y no se debe hacer a unos lo que no queremos que nos hagan.


Existen otras actitudes que te parecen descorteces entre los que te rodean o incluso de ti mismo ?? Cuéntamelo .
No estamos solos en el mundo. Necesitamos mejorar nuestro trato con los otros.

-Dedicado con cariño esa señora que un día no muy lejano llego tarde a su consulta en mi hospital, aún así fue atendida y luego nos grito y llamo ineptos a todos los del servicio de Cardiología y Estadística diciendo que no le habíamos solicitado sus estudios por sistema. Pero que al buscar sus datos ella no se había dado cuenta que nos estaba dando la cédula y número de historia clínica del marido y no el suyo. Que la fuerza la ilumine-

domingo, 19 de julio de 2015

“OJALA PUDIERAMOS VOLVER EL TIEMPO ATRÁS”… pero, para qué ?






No, no quisiera volver a pasar por eso. Tenemos que añorar el pasado ? No precisamente. Solo recordarlo, pero no esperar que vuelva, no vivir a través de él. No quisiera volver a ser una niña solitaria, no quisiera revivir los problemas familiares, las necesidades económicas, la angustia de mi mama cada año cuando tenía que inscribirme en la escuela y no le alcanzaba. No quiero ver sufrir de nuevo a mi mama.




No quiero volver al colegio y tener que pasar todo un año con el mismo uniforme. No quisiera que mis amigas se vuelvan a burlar de mi por ser muy delgada, perderme todas las fiestas por no tener un vestido. No quiero volver a sentir prisa por crecer. No quiero volver a sentir el miedo que tenia el primer día en la universidad y todas las clases practicas con el insoportable hedor de formol de los cadáveres, revivir mi angustia al ver como se disecaba el cadáver de un niño y volver a pensar "no puedo hacer esto, no lo voy a lograr nunca". No quiero volver a sentir lo que sentía en esos días, que no podía lograrlo, que era mejor abandonarlo todo.
NO, otra vez...
No quiero tener miedo de nuevo por tocar un paciente vivo por primera vez. No quiero llorar de nuevo por el primer paciente a mi cargo que murió, aunque haya estado muy grave y no se pueda hacer nada. Me niego a volver a sentir que alguien puede morir por mi culpa.
No quisiera volver a pasar mi primera decepción amorosa y las siguientes; volver a sentirme sola, como si los errores hubieran sido solo míos y no fue así. Me niego a volver a sentir que yo soy la culpable de que alguien haya decidido no amarme.
Solo quiero olvidar y dejar ir..
No estoy dispuesta a ver morir a mi tío y a mis abuelos otra vez. No quiero tener esa sensación de impotencia de nuevo, aunque se que otro de los que amo, algún día también morirá. No quiero revivir la partida de quienes aun deseo conmigo.


Por qué querría pasar por todo eso de nuevo??

Y es que los días felices fueron muchos, inolvidables, irrepetibles; pero van acompañados de también de tristeza. Todo va de la mano. Ojalá pudiéramos seleccionar en nuestra mente solo los recuerdos felices pero todos sabemos que al recordar algo hermoso inevitablemente llegan también a la mente todas esas cosas que nos hicieron sufrir. Por que el mundo no es así de fácil. Y si existiera la tan ansiada maquina del tiempo, para volver a los que amamos y se fueron, para volver a lo que nos hizo felices, también estarán ahí las decepciones, enfermedades y tristeza. Tendríamos que aceptar todo el paquete junto y no, no estoy dispuesta a regresar a eso.
No quiero llorar otra vez por los que se fueron. No deseo esa sensación otra vez
Una vez escribí que debemos atesorar nuestros recuerdos porque ellos nos hicieron lo que somos hoy. Porque son nuestros tesoros mentales. Pero recordarlos no es igual que vivir a través de ellos . Es necesario vivirlos y dejarlos ir. Porque así debe ser.


Leí un artículo hace poco sobre una escritora que presenciaba una reunión de ex compañeras de colegio en un café. Una de ellas dijo , "¡Salud por los años compartidos, ojalá pudiéramos volver el tiempo atrás!” en el brindis. La escritora no estuvo de acuerdo ya que revivir el pasado no estaba entre sus prioridades y se pidió una copa de vino para, silenciosamente brindar por lo inverso: "salud por las amigas y por el tiempo que, felizmente, NO vuelve"
 
Amo cada día de mi vida por su amanecer, su atardecer, su anochecer y su madrugada. Porque así como viene, se va. Y porque eso me recuerda que nada es tan malo porque nunca dejaran de transcurrir las horas y luego lo malo terminara, de una forma u otra.

Así es como debe ser y así será, siempre.




- Inspirado en un artículo de la revista Hogar de junio 2015, "La Maquina Del Tiempo" de la escritora quiteña María Fernanda Heredia; me hubiera gustado estar en ese café con ella aquel día ; y dedicado a los amigos, enemigos, amores y demás que deje en el pasado. Quédense ahí, por favor -


 
Adios a los buenos tiempos vividos...y a los malos tambien

domingo, 5 de julio de 2015

EL TRABAJO...VALE LA PENA TANTO ESFUERZO ?

Imagínense que están ahí, en ese mismo lugar todos los malditos días de su existencia haciendo lo mismo cada día. Siempre lo mismo. Repitiendo las mismas palabras. Tratando los mismos problemas. Como una especie de purgatorio que los hace preguntarse si eso que dicen los hindúes de reencarnar y pagar nuestras culpas en otra vida es verdad.

Triste, no ?
Pero para la gran mayoría de nosotros y en la situación actual del país, el trabajo diario es así. Sin embargo, hay que analizar los entretelones de como llegamos a esto y si realmente es tan malo como se ve.
"Al menos tenemos de que vivir" me dijo una vez un colega que extrañamente tiene 35 años haciendo lo mismo. La voz pastosa, cansada y la desazón con que lo dijo podría desanimarme a mi y a otros que se puede decir que recién empezamos, a comparación con el; pero si perteneces a la generación que ha visto tantos cambios ( entiéndase, la generación X, nacidos entre fines de los 70 y principios de los 80) tenemos la obligación de ser más optimistas y tratar de, con toda sinceridad, buscar el lado bueno de lo que hacemos a diario.

Cuando comencé la carrera luego de 8 años de libros, hospitales y muchos tropiezos, prácticamente vivía de guardia, luego trabajaba y continuaba estudiando. Cada año las cosas cambiaban. Viví en otros dos países diferentes, me mude muchas veces, comía mal, caminaba mucho, me dormía en el transporte público. Luego volví a Ecuador y las cosas dieron otro giro, que yo creí era el mejor...
Hasta hace solo un mes yo trabajaba casi 14 horas diarias, sin contar con que me llamaban y mensajeaban a cada momento y trabajaba incluso fines de semana. Quería y no quería dejar esa vida, así estuve por casi dos años, no me decidía a qué hacer y me decía así mismo que esta era la vida que elegí y que tenía que aceptarlo como algo inevitable. A consecuencia de eso estaba constantemente estresada, cansada e irritable. Mi vida personal era un desastre completo. Pero me decía a mi misma que quienes trabajaban a mi alrededor me necesitaban y en cierta forma era así.
Nadie imagina lo que suele pasar por nuestras mentes a diario; pensando  siempre en otros y no en nosotros mismos


Y de repente, sucedió algo (de lo que luego hablaré, si es necesario) que hizo que mi cuerpo claudicara y comencé a enfermarme muy seguido hasta que un día me hospitalizaron. Luego de un descanso medico de 15 días (en el que en realidad no me relajé del todo) el regreso al trabajo no fue nada agradable; se dieron un par de situaciones más que hicieron que mi presión arterial se dispare por los cielos y un día acorralada por el estrés y la migraña tuve que pensar rápido - me colmaron el plato, en otras palabras - y aunque mis compañeros no estuvieron de acuerdo, firme la renuncia de uno de los trabajos que tenía. Fue algo que hice mas visceralmente que concientemente ya que no lo razoné, solo lo hice. Se que muchos se entristecieron por verme partir. Y por su puesto, unos pocos se alegraron, malsanamente, claro, ya que siempre existe el mediocre que te envidia e inventa cosas sobre ti para sentirse bien con su miserable vida. Yo por mi parte, al principio me arrepentí y quise revocar todo aunque ya no podía hacerlo. Pero con el pasar de los días comprendí que hice lo correcto en su momento ya que fue todo mi ser el que me pidió un alto, por que ya no daba mas.
 
Dio la vuelta al mundo la imagen de esta medica residente mexicana , rendida por el cansancio luego de  36 horas de guardia. Imagen tomada por un paciente que la critico y cuestiono en redes sociales. Y luego de eso con el HT YoTambienMeDormi YoTambienSoyCulpable , miles de médicos le dieron su apoyo y exigieron ser respetados por demostrar humanidad.
Ahora, apago el celular mas seguido, no contesto llamadas de números que no conozco, solo trabajo 8 horas y los fines de semana son míos. Si, gano menos y mi trabajo es mas rutinario y no tan desafiante. Pero he alcanzado gran parte de la paz mental que hace mucho había perdido. Y pocos son los que pueden decir eso, sin engañarse a sí mismos.

Quien sabe si en uno o dos años vuelva a la misma rutina; pero, porqué les cuento esto ? Por una razón importante : en el trabajo, todos somos reemplazables. Si un día nos enfermamos, renunciamos o morimos, sin miramiento alguno pondrán a otro en nuestro lugar. Es crudo decirlo así, es duro aceptarlo. Pero así es y eso nunca cambiara.
Sin embargo, las personas que nos aman siempre necesitarán de nosotros y para ellos somos irreemplazables. Y por ellos y por nosotros, lo que tenemos hoy aunque lo odiemos a veces (si, eso que muchos llaman "trabajo") muchos no lo tienen y esta en nosotros encontrarle el gusto y reinventarnos cada día.
Si, es verdad. Debemos amar lo que hacemos y ser felices con ello. Pero pisemos con ambos pies sobre el terreno en que estamos ahora cada uno de nosotros en nuestras diferentes circunstancias y piensen que no siempre es posible vivir surfeando, siendo modelos de pasarela, o que nos paguen por "ser felices" ( como a ciertos "políticos"). Existe el trabajo soñado? Quien sabe. Nadie ha podido decirlo aun. Ojalá alguien lo encuentre algún día.

Una colega a la que aprecio mucho por su inteligencia y a la vez serenidad ante todos los problemas de nuestra carrera, nos dijo a varios durante el descanso, luego de que paso todo esto conmigo: "el día que haga esto para que otros admiren y aprecien mi trabajo, ese día habré fracasado en él; yo hago esto porque se que es importante, porque se que aporto algo y que YO LO HAGO ESPECIAL"

No necesito decirles cuánto admiro a mi compañera.

Y créanlo o no, a más del tiempo libre, he sacado lo mejor de todo esto: uno de mis mas grandes proyectos esta madurando y avanzando a paso firme. Y recién ahora puedo ver, luego de tantos pacientes que he atendido, de años de guardias, emergencias, consultas, estudios y cursos, de tantos viajes, de mudarme tantas veces, de tener tantas responsabilidades juntas, de morder mas de lo que lograba masticar y volver de nuevo al punto de partida, que la vida es un regalo que no estaba disfrutando del todo.

No pierdan la oportunidad de volver a comenzar. Puede que no la tengan mas que una vez.
Tiempo atras....en los inicios de algo grande (Hospital Alejandro Posadas-Argentina)


Dedico esta entrega a todos mis colegas médicos, que hemos y de hecho estamos pasando en el país por tantos momentos difíciles; en especial a los que comparten conmigo a diario en el servicio de Cardiologia de mi actual hospital, en Guayaquil. Ellos y mi familia, hacen que cada día valga le pena vivirse con optimismo.